RECIENTES ESTUDIOS HAN DEMOSTRADO LA EFICACIA DE 4 ELEMENTOS CLAVE EN NUESTRA ALIMENTACIÓN PARA REFORZAR EL SISTEMA INMUNOLÓGICO.

Polisacáridos: a destacar aquellos presentes en hongos como el Reishi (Ganoderma lucidum) y el Shiitake (Lentinus edodes).El Reishi es una seta de consistencia dura, que crece sobre troncos de árboles tanto en Oriente como en zonas cálidas de Europa y América. Contiene Lentinano de acción inmunoestimulante.El Shiitake contiene proteínas, vitaminas B y minerales. También destaca en ella el Lentinano, un polisacárido que actúa en el organismo estimulando la producción de un tipo de células llamadas linfocitos T. Estas células son capaces de destruir virus, defendiéndonos contra microbios. Por si esto fuera poco, el Shiitake es también inductor del interferón, que actúa como antiviral.

Vitamina C: denominada científicamente como ácido ascórbico se encuentra principalmente en frutas y hortalizas frescas. Los alimentos que la incluyen en dosis altas son: grosella negra, guayaba, pimiento rojo, acerola, kiwi, etc.  Los síntomas que pueden aparecer cuando hay carencia de esta vitamina son: cansancio y mala cicatrización.

Entre sus funciones más importantes destacan:

Antioxidante: neutraliza los radicales libres, sustancias que causan envejecimiento celular.

Aumenta las defensas contra las infecciones.

Contribuye a la formación del colágeno, mejora la consistencia de huesos y dientes.

Vitamina D: colecalciferol o vitamina D3. Entre sus funciones encontramos favorecer la absorción intestinal del calcio y del fósforo.  La exposición al sol de la cara, brazos y sobre todo las manos durante 5 a 10 minutos equivale a la cantidad que necesita un adulto diariamente.

Zinc: El zinc potencia la capacidad inmunitaria. El picolinato de zinc es una forma de este mineral fácilmente absorbida por el cuerpo humano. El germen de trigo, el sésamo, los frutos secos (como el anacardo) y las legumbres son alimentos con grandes cantidades de zinc.