LA LECHE DE VACA, ¿BUENA O MALA PARA LA SALUD?

Enfrentamos a Adriana Moreno, nutricionista y farmacéutica, a una de las preguntas más formuladas por sus pacientes en consulta. Veamos lo que esta profesional de la alimentación recomienda a sus pacientes.

-Adriana, ¿tú qué opinas de la leche?

-Es una de las preguntas más frecuentes que suelen hacerme mis pacientes o la gente que me rodea. Siempre contesto lo mismo… Yo no tomo leche. Primero porque no me gusta y segundo porque creo que es un alimento totalmente prescindible al que no se le pueden otorgar beneficios, sino más bien lo contrario. Pero aún así, si te gusta y te sienta bien tómala, y si no pues no la tomes…

Hoy me gustaría profundizar un poco más en el tema para argumentaros mi respuesta.

La leche es un alimento que se toma principalmente porque nos aporta calcio y con su consumo se pretende mantener una buena salud ósea y prevenir enfermedades como la osteoporosis. Pero ¿es el consumo de calcio el único factor que influye en la aparición de esta enfermedad? La respuesta clara es NO. Esta enfermedad es multifactorial. La genética, la actividad física, la alimentación, el consumo de fármacos, la microbiota intestinal, el consumo de alcohol o tabaco… son factores que determinan su aparición. De hecho, ¿sabías que la población de EEUU y de Europa, los mayores consumidores de lácteos del mundo son los que más fragilidad ósea presentan?

Existen numerosos estudios que determinan que no existe relación entre el consumo de leche y la fragilidad ósea.

-¿Y qué es realmente lo que mantiene una buena salud ósea?

-Yo lo tengo claro. La actividad física, un patrón dietético saludable, la exposición al sol, la vitamina D, el calcio y otros minerales.

Son principalmente las proteínas lácteas y no la lactosa las que se relacionan con los efectos perjudiciales de la leche. A continuación, os detallo algunos de esos efectos: su consumo está relacionado con la aparición de acné, con el aumento del factor de crecimiento IGF-1 (relacionado con el cáncer de próstata), con el aumento de la resistencia a la insulina, con la disminución del tránsito intestinal y por lo tanto con el estreñimiento, tiene efectos proinflamatorios, se asocia a una mayor producción de mocos, …

Si eres una persona sana, con un buen funcionamiento del aparato digestivo, que tiene unos buenos hábitos digestivos, con una salud de hierro, sin problemas inflamatorios y sin ninguno de los problemas asociados al consumo de leche quizá no tengas problemas al tomarla. Pero si por el contrario eres una persona con un sistema inmune débil, con dolores injustificados, migrañas, problemas a la hora de ir al baño, o incluso con una enfermedad autoinmune, te aconsejo que te replantees lo de tomar leche.

-En caso de que se decida tomarla, ¿cuál es el mejor producto lácteo?

-Lo mejor es tomar lácteos fermentados como el kéfir, el yogur o el queso curado. Estos tienen efectos prebióticos, se digieren mejor puesto que tienen mucha menos lactosa, no aumentan los niveles de IGF-1 y no se asocian a inflamación.

Es preferible también que sean de pasto y ecológicos.

No se asocian los efectos negativos de la leche de vaca a los lácteos de cabra, oveja o búfala.

¡Y mejor si son enteros!

© Este artículo ha sido redactado íntegramente por Adriana Moreno, creadora del contenido y única autora del mismo.

ALIMENTACIÓN PARA EL HIPOTIROIDISMO E HIPERTIROIDISMO.

En el artículo de esta semana hablamos sobre una de las consultas más frecuentes en nuestro herbolario. Aprende sobre la glándula Tiroides: qué es, cuáles son sus funciones, enfermedades más comunes y consejos nutricionales de tratamiento desde la alimentación y la fitoterapia.

¿Qué es la glándula tiroides?

La Tiroides es una glándula endocrina que está situada en la parte anterior e inferior del cuello, sobre el cartílago tiroides y en el adulto puede pesar cerca de 20-25 gramos. Está constituida por dos lóbulos conectados por una delgada capa de tejido llamada itsmo.

La Tiroides es una glándula decisiva que regula desde la temperatura corporal, el consumo de energía o el nivel de crecimiento en los niños.

La glándula elabora dos hormonas directamente relacionadas con el metabolismo: la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), hormonas con altísimo contenido en yodo.

Enfermedades de Tiroides

Las alteraciones de la tiroides pueden ser por exceso de función (hipertiroidismo) o por defecto (hipotiroidismo). Una de cada diez personas padece problemas de tiroides.

Síntomas de las enfermedades de Tiroides

Los síntomas de las enfermedades tiroideas son de amplio espectro con manifestaciones en varios sistemas y/o órganos.

Algunos de los más comunes, ordenados por el sistema afectado, son:

HIPOTIROIDISMO
SISTEMA / ÓRGANOSÍNTOMAS
PielSequedad de la piel, mucosas y cabello. Cabello frágil.
Sistema CardiovascularBradicardia (descenso de la frecuencia cardíaca normal)
Sistema NerviosoSomnolencia Fatiga Letargo Trastorno depresivo
Sistema MuscularDolor y rigidez muscular.
Metabolismo energéticoAumento de peso. Disminución de la degradación de proteínas y grasas.
Aparato DigestivoEstreñimiento. Mala absorción de los nutrientes.
Función ReproductoraDisminución de libido.
Otros síntomasIntolerancia al frío
HIPERTIROIDISMO
SISTEMA / ÓRGANOSÍNTOMAS
Piel / TejidosUñas frágiles
Sistema CardiovascularTaquicardia Palpitaciones
Sistema NerviosoNerviosismo Irritabilidad Ansiedad Cansancio Temblor de manos Insomnio
Metabolismo energéticoPérdida de peso
Aparato DigestivoAumento en el número de deposiciones
Sistema MuscularPérdida de masa muscular (en casos graves)
Otros síntomasSudor excesivo Sensación de calor Sofoco

¿Por qué parece que hay un aumento de los casos de enfermedades tiroideas en la actualidad?

Es difícil determinar este hecho, pero lo que sí se puede afirmar es que la síntesis, el almacenamiento y la liberación de las hormonas tiroideas pueden afectarse por los efectos de algunos contaminantes ambientales (como el perclorato, el tiocianato y los nitratos) y por determinados fármacos. Muchos fármacos pueden producir alteraciones de la función tiroidea, como Amiodarona, Interferón o Litio.

Factores medioambientales como algunos contaminantes industriales, el tabaco y ciertos alimentos (como las proteínas modificadas) pueden producir alteraciones en la captación y en el metabolismo del yodo.

Las zonas montañosas y aquellas alejadas del mar pueden tener una deficiencia de yodo en sus suelos y agua (y por ello, en los alimentos que allí crecen).

Opciones de tratamiento con plantas medicinales.

Hay algunas plantas medicinales interesantes para regular el funcionamiento de la tiroides, aunque en la mayoría de casos no puede suplir la acción de un fármaco de síntesis.

A continuación de compartimos ideas de infusiones para algunos de los síntomas de las enfermedades tiroideas.

Infusión para el hipertiroidismo

Ingredientes

35 g de Menta de Lobo

20 g de Agripalma

20 g de Amapola de California

Elaboración y dosis

Se echan en agua dos cucharaditas por cada taza y se prepara una infusión. Conviene tomar un par de tazas al día.

Infusión para el hipotiroidismo

45 g de Hojas de grosellero negro

25 g de Escaramujo

25 g de Estigmas de Maíz

20 g de Romero

25 g de Melisa

Elaboración y dosis

Se echan 3 cucharaditas de la mezcla en una taza, se hierve agua y se vierte sobre ella. Se deja reposar unos minutos, se cuela y se toma.

Recomendaciones alimentarias en enfermedades tiroideas.

Las personas con HIPOTIROIDISMO deberán tomar alimentos ricos en yodo, como la sal marina, las algas, el pescado, el marisco o ciertos frutos secos, como las nueces de Brasil.

De forma general se recomienda, en casos de HIPOTIROIDISMO, tomar alimentos ricos en minerales como el yodo, zinc, selenio, cobre, vitaminas del grupo B y D.

Las personas con HIPERTIROIDISMO y que están siendo medicadas para ello DEBEN EVITAR todos los alimentos anteriores. En este caso lo que se recomienda es el consumo de jugo de col cruda, coliflor, coles de Bruselas, Rábano, Nabo, etc.

En casos de HIPERTIROIDISMO, los nutricionistas y endocrinólogos recomiendan NO TOMAR: Espinacas, Soja y Algas (especialmente Fucus), etc.

Fuentes consultadas:

-Manual de Patología Tiroidea (2018). Madrid: Fundación Merck Salud. https://www.fundacionmercksalud.com/publicacin/manual-patologia-tiroidea/

https://www.saludsavia.com/contenidos-salud/articulos-especializados/alimentacion-para-el-hipertiroidismo

-Web de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) https://www.seen.es/portal/rincon-nutricion

-El Gran Libro de la Salud: Medicina Natural, Alimentación y Forma Física. Barcelona: Editorial Océano.

EL SENCILLO EJERCICIO CON EL QUE BAJARÁS DE PESO EMPLEANDO SOLO 30 MINUTOS AL DÍA.

Hoy queremos compartir con nuestros lectores una idea sencilla para ayudar a mejorar nuestro metabolismo. ¿Cuántas veces hemos oído hablar eso de…”mañana empiezo la dieta”, “me siento hinchada”, “nada de lo que he probado hasta ahora me ha funcionado”, etc.?  

La obesidad es uno de los problemas de salud más generalizados en la sociedad moderna y que tiene actualmente una incidencia preocupante en la población infantil.

Una de las claves en las que quizá nunca has reparado es un hábito sencillo que puede mejorar nuestra esperanza de vida.

Exactamente, está comprobado científicamente que este saludable hábito que consiste en caminar unos 30 minutos a paso ligero en ayunas ayuda a activar el metabolismo ayudando a la quema de grasa acumulada. A su vez, ayuda a regular nuestra glucosa en sangre y a reducir nuestros niveles de colesterol en sangre.

Ya sabes, una caminata de media hora moderada, nada de ejercicios de alto impacto. A veces en lo más sencillo y barato está la clave ¡ÁNIMO!

LOS 10 MANDAMIENTOS PARA COMPRAR COMIDA REAL EN LOS SUPERMERCADOS.

Tras la cara principal de un producto con atractivas etiquetas como «LIGHT», «BAJO EN CALORÍAS», o «INTEGRAL» pueden esconderse grasas trans, aceites de baja calidad o altos contenidos de azúcar de escaso valor nutricional y efecto nocivo en tu salud. En este artículo te damos las claves para saber qué estás comprando y sobre todo…qué estás comiendo.

LOS 10 MANDAMIENTOS PARA COMPRAR BUENOS PRODUCTOS: 

  1. SÉ CURIOSO: cada vez más personas hacemos nuestra compra con un smartphone en la mano, úsalo. Si tienes dudas sobre qué es ese edulcorante, ese estabilizante que pone, qué es el conservante E-…, googléalo. La información es poder. 
  2. SÉ DESCONFIADO: duda de aquellas etiquetas en las que lees pan integral, light, dieta o fitness. A menudo bajo diseños atractivos se esconden grandes cantidades de azúcares añadidos, o peor aún, puede que estés comprando algo que no es. Por ejemplo, en el envase podemos leer pan integral, pero al leer la lista de ingredientes incluye harina blanca, mezclada con una parte mínima de harina integral. 
  3. ATENTO AL ORDEN DE LOS INGREDIENTES: los ingredientes aparecen descritos de mayor a menor presencia en el producto, así que será una forma de asegurarte que estás comprando lo correcto. Por ejemplo, pueden venderte unas galletas de quinoa, y que en los ingredientes solo lleve un 4 % de esta semilla, lo mismo pasa con las bebidas vegetales.  
  4. UNA LARGA LISTA DE INGREDIENTES NO SUELE SER BUENA SEÑAL: si ves que los primeros ingredientes son alimentos de buena calidad, naturales, integrales, altos en proteínas, con vitaminas y minerales…ADELANTE estarás ante un buen producto.  Un producto con más de 4 o 5 ingredientes, es más propenso a esconder azúcar, margarinas, aceites vegetales hidrogenados, grasas o conservantes de poca calidad nutricional.
    *No siempre es así, a veces podemos encontrar buenos productos que incluyen semillas, germinados o varios cereales en su composición lo que alarga su etiqueta*. 
  5. CEREALES DE DESAYUNO y BARRITAS ¡DANGER ZONE! Los cereales comerciales realizan un boicot extremo a tu dieta sin que te des cuenta. Bajo el lema LIGHT o BAJO EN CALORÍAS puede esconderse una cantidad de azúcar ingente. Esto se torna peligroso cuando los cereales, galletas y barritas se convierten en un producto con mucha presencia en la alimentación de los niños. Busca que los cereales tengan solo un par de ingredientes como mucho con alto contenido del cereal, y que este sea integral en su mayor parte. Te aseguramos que puedes encontrar cereales de gran calidad, con un 95 % copos de maíz, o un 100 % de avena. 
  6. EL AZÚCAR, EL DEMONIO DE LAS 1000 CARAS: rehúsa todo aquello que incluya azúcar, jugo de caña, jarabe de maíz, siropes, dextrosa, fructosa, sacarosa, jarabe de glucosa, jarabe de azúcar invertido, malta de cebada, etc. 
  7. COME COMIDA REAL: cuanto menos procesado esté un producto, menos posibilidades tendremos de que incluya grasas trans o azúcares añadidos. Estos alimentos son: frutas, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos, huevos,etc. 
  8. BUSCA LA ALTERNATIVA REAL AL ULTRAPROCESADO: no tomes un batido de frutas, de verduras, un zumo o una barrita energética de supermercado. Come la fruta entera, o añade frutas y verduras en crudo a tus platos y ensaladas, toma un puñado de frutos secos o semillas. Estas incluirán todos los nutrientes intactos y alto contenido en fibra lo que te saciará durante más tiempo, evitando los ultraprocesados que incluyen azúcar que desequilibra tu apetito. 
  9. NO TODO ES AZÚCAR, ¡OJO A LAS GRASAS TRANS! No consumas productos que incluyan aceite vegetal hidrogenado o parcialmente hidrogenado. Tampoco consumas alimentos que incluyan aceite de palma, grasa vegetal de palma o palmiste. 
  10. TODO ESTÁ INVENTADO. Si te resulta difícil detectar si un producto es de calidad nutricionalmente hablando y dispones de poco tiempo para realizar tu compra, ayúdate de apps como Myrealfood en la que escaneando el código de barras del producto obtendrás si es un ultraprocesado, un buen procesado o comida real.

Si todo estos pasos te aburren…recuerda que lo mejor siempre es elegir comida real, comida poco o nada procesada que conserve las propiedades y nutrientes que le confiere la naturaleza.